Naraku se da cuenta que el haz de luz que Kikyo ha dejado en el centro de la Shikon no Tama amenaza su vida. El grupo de InuYasha encuentra una aldea donde todos los aldeanos son muy amables y hay un olor muy agradable, aunque muy molesto para Shippo y Kirara. InuYasha no puede dormir por temer soñar con Kikyo y pronto se da cuenta que los aldeanos estaban siendo manejados por Kaou, el príncipe de las flores, el cual se aprovecha del dolor de las almas que captura. InuYasha y Kagome se enfrentan ante Kaou y lo siguen hasta su guarida, donde InuYasha es secuestrado por Kaou y sueña con Kikyo, pero la voz de Kagome lo hace reaccionar y ambos lo derrotan. InuYasha admira a Kagome por su fortaleza pero ésta lo regaña porque ella está siendo amable y no fuerte. Naraku le ordena a Kanna, a través de Byakuya, que abra su espejo y éste genera un resplandor que atrae al grupo de InuYasha. Allí se encuentran con el youkai del espejo de Kanna, al cual InuYasha reta pero sólo consigue que éste refleje sus técnicas y se las quite a Tessaiga. Al ver que este youkai iba a lanzar el Kongousoha, deciden escapar para analizar como atacar a la Tessaiga que había copiado el youkai.
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